ADAPTARNOS A LOS CAMBIOS QUE SUPONE LA DESESCALADA

UN NUEVO RETO: ¿CÓMO ADAPTARNOS A LOS CAMBIOS QUE SUPONE LA DESESCALADA?

Ya ha comenzado el proceso de adaptación a la “esperada” desescalada del confinamiento, y digo esperada entre comillas porque, como hablamos en el anterior blog, la adaptación a los cambios no siempre es fácil. Enfrentarnos a la “nueva normalidad” después de haber estado completamente confinados/as durante casi dos meses puede generar malestar, ansiedad por miedo al contagio o lo que se conoce como Síndrome de la Cabaña…

El Síndrome de la Cabaña se caracteriza por experimentar un miedo intenso a que cambie el entorno en el que hemos estado un largo período de tiempo, como han sido estos 2 meses sin apenas poder salir de nuestro hogar. Independientemente de que el cambio implique volver a la rutina que teníamos antes de la pandemia, recuperando aquello que perdimos y pudiendo ver a nuestros seres queridos, la idea de salir a la calle y exponernos a la posibilidad de contagiarnos puede generar respuestas como ansiedad, síntomas depresivos, alteraciones del sueño, sensación de cansancio, dificultad para poder concentrarnos, problemas de memoria, frustración, miedo… Y parte de lo que genera malestar es esa disonancia entre, por un lado, las ganas que tenemos de volver a la “normalidad” y ver a nuestros familiares, amigos y/o pareja y, por otro lado, la sensación de angustia por retomarlo todo de golpe y por tanto preferir quedarnos en casa (nuestro refugio en estas semanas). Se trata de una situación nueva en la que nuestro presente ha cambiado tanto y nuestro futuro es tan incierto que no sabemos anticipar cómo van a ser las cosas y por tanto no podemos prepararnos con antelación.

Aunque este síndrome parece afectar más a aquellas personas que han estado solas durante el confinamiento, con escaso contacto social, estos síntomas pueden surgir en cualquiera.

Como se trata una situación especial, desde Vínculo queremos daros algunos consejos para poder adaptarnos lo mejor posible a esta nueva etapa que nos toca vivir:

 

  • ACEPTAR LA NUEVA SITUACIÓN:

Lo primero de todo es intentar aceptar que nos encontramos en una situación difícil y que habrá días que lo llevemos mejor que otros. Pensar cosas como “si esto nunca hubiese pasado, yo estaría o yo haría…”, no nos ayuda a adaptarnos, sino que genera más malestar al visualizarnos en una situación ideal que dista mucho de la realidad. Aceptar no significa que la situación nos tenga que gustar, sino generar una serie de recursos que nos van a permitir adaptarnos de una forma más ajustada a la situación actual.

 

  • REFLEXIONAR SOBRE EL CAMBIO:

Si nos paramos a pensar, seguramente que ninguno/a de nosotros/as seamos los mismos ahora en comparación con cuando empezamos la cuarentena. Toda nueva experiencia aporta nuevos conocimientos y aprendizajes, especialmente sobre nosotros/as mismos/as. Dedica tiempo a reflexionar sobre qué ha cambiado en ti y en tu vida, seguro que descubres que has sido capaz de hacer cosas y superar situaciones que jamás pensaste que podrías conseguir.

 

  • POTENCIAR LA FLEXIBILIDAD:

La flexibilidad es una de las herramientas que nos ayuda en la adaptación a los cambios. No es agradable que nos salgan las cosas al contrario de lo que habíamos pensado, pero siempre se puede aprender de ello.

La rigidez se puede convertir en nuestra enemiga, ya que, como bien dice el refrán, a grandes males, grandes remedios; es decir, se trata de una situación extraordinaria para la que tendremos que generar nuevas herramientas personales con el fin de adaptarnos.

 

  • POTENCIA LA INTELIGENCIA EMOCIONAL:

Como hemos comentado en anteriores publicaciones, para poder adaptarnos a los cambios es importante identificar las emociones que nos generan para poder responder adecuadamente. Esto implica reconocer que es normal sentir miedo, rabia, impotencia o angustia, emociones normales ante situaciones desconocidas, nuevas o que antes eran habituales pero que ahora suponen un reto, como salir a la calle o quedar con nuestros amigos/as. Hablar de ello con aquellas personas con las que te sientas cómodo/a te puede ayudar a liberar el malestar y no sentirte raro/a por experimentar estas emociones (probablemente le pase a más gente que conoces).

 

  • RECONOCER LOS BENEFICIOS DEL CAMBIO:

Como hemos comentado antes, aunque en ocasiones nos cueste ver estos beneficios, sobre todo al principio, estos cambios nos dan la posibilidad de descubrir cosas sobre nosotros/as y los que nos rodean que no conocíamos. Los cambios nos brindan la oportunidad de crecer y aprender, viviendo nuevas experiencias y encontrando nuevos recursos que podemos poner en práctica en diversos escenarios. El cambio puede traer un gran aprendizaje y es valorar más lo que tenemos, lo que perdimos y dejamos atrás, aquello que antes dábamos por sentado y la vida nos enseña que puede llegar un día en el que ya no esté, pudiendo valorarlo de forma diferente. Saber lo que es valioso nos permite disfrutarlo más.

 

El cambio puede ser una gran oportunidad, pero, como todo reto, puede generar un gran malestar. Por ello, si sientes que te está resultando complicado, no dudes en ponerte en contacto con nosotras, en Vínculo estamos para lo que necesites.

 

Celia Curiel Barrios.

https://psicologiaymente.com/psicologia/como-adaptarse-a-cambios

https://www.antonimartinezpsicologo.com/ser-flexible-y-adaptarse-a-los-cambios

https://www.cipsiapsicologos.com/blog-de-psicologia/como-adaptarse-a-los-cambios/

https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20190416/461466109232/como-enfrentarse-cambios-sin-estres-aprender-adaptacion.html

https://dosis-de-psicologia.blogspot.com/2019/05/como-adaptarse-a-los-cambios.html

Quizá te interese…

Alimentación emocional.

Alimentación emocional.

La alimentación emocional es un fenómeno común que implica el consumo de alimentos no por hambre física, sino como...

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *