LOS ADOLESCENTES Y LAS ADICCIONES A LAS NUEVAS TECNOLOGIAS: una nueva problemática
A lo largo del s. XXI, el rápido avance de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha ido modificando nuestro estilo de vida y nuestra forma de comunicarnos y de relacionarnos. Poco a poco han ido ganando terreno hasta convertirse en una parte indispensable de nuestra rutina.
Tan ha sido así que ha supuesto una de las mayores transformaciones de la historia.
El mayor impacto lo generó Internet junto con los dispositivos móviles, especialmente en la población más joven. Si bien es cierto que estos avances nos han proporcionado grandes beneficios también han provocado que surjan nuevas problemáticas y/o adicciones (Borrajo, 2015; Pedrero-Pérez et al., 2017).
¿Cuál es el colectivo más influenciado por las TIC?
El sector de la población más influenciada por las TIC son los niños, adolescentes y adultos jóvenes ya que estas forman parte de su cotidianeidad debido a que desde su nacimiento han vivido en una sociedad marcadamente tecnológica. Se denomina a este colectivo como nativos digitales (Pérez-Payarols y Nafría, 2015). La práctica de los nativos digitales viene definida por sus necesidades evolutivas, internet se ha convertido en su medio de ocio principal, su uso es prácticamente universal entre los jóvenes de 16 a 24 años (Sánchez-Navarro y Aranda, 2015). Para los niños y adolescentes los llamados smartphones se han convertido en su mejor modo de relacionarse y comunicarse con los iguales mediante aplicaciones como Whatsapp, Snapchat, Instagram o Facebook, son su principal herramienta de socialización. El contacto a través de estas aplicaciones es permanente y ubicuo (Salvatella, 2015).
¿Qué impacto tiene este uso en las familias?
El uso o abuso de las tecnologías suele ser un motivo frecuente de discusión en las familias. Los padres consideran que se hace un uso excesivo y que ello conlleva consecuencias negativas. Por otro lado, los hijos normalizan el uso y minimizan o no aceptan las consecuencias. La preocupación de los padres es creciente en relación a este tema especialmente por el desconocimiento y el descontrol de lo que sus hijos hacen en la red y por las problemáticas en las que puede desembocar ese uso descontrolado como“sexting”, “cyberbullying”, “grooming” o, simplemente, un uso excesivo (Borrajo, 2015; Martín-Fernández y cols, 2017).
- “Sexting”o sexo virtual consiste en enviar, voluntariamente, material d
e contenido erótico o sexual a través de internet (móvil, redes sociales, webcams, etc.) (Borrajo, 2015). - “Cyberbullying” o acoso entre iguales a través de las nuevas tec
- nologías es especialmente llevado a cabo en el ámbito escolar (Borrajo, 2015).
- “Grooming” (engatusamiento) o engaño pederasta esta p
ráctica es llevada a cabo por un adulto para tratar de ganarse la confianza de un menor con cualquier tipo de método como el engaño o las amenazas para obtener control sobre el menor (Borrajo, 2015).
Por ello en los últimos años han aumentado las consultas por conductas de esta índole en los servicios de Psicología y Psiquiatría (Martín-Fernández y cols, 2017; Matalí, García, Martín y Pardo, 2015).
Estrategias de prevención: (Echeburúa y De Corral, 2010; Matalí, García, Martín y Pardo, 2015)
- Limitar el uso para fomentar la autorregulación (dejar los ordenadores, tablets y móviles en un espacio común de la casa, limitar el tiempo de uso 1 o 2 horas diarias).
- Fomentar las relaciones y la comunicación a través de otras vías, por ejemplo, estimular el diálogo dentro de la propia familia.
- Estimular el trabajo en equipo (voluntariados)
- Hacer deporte o actividades en equipo
- Generar rutinas de ocio con otros niños o al aire libre que no impliquen el uso de TIC
- Potenciar otro tipo de actividades (lectura, pintura, cine…).
¿A qué se debe estar atento para detectar el uso problemático?
Existen ciertas señales de alarma que pueden ser indicadores de una adicción a las TIC o a las redes sociales: (Young, 1998 citado en Echeburúa y De Corral, 2010)
- Privación del sueño por mantenerse conectado
- Descuidar actividades diarias
- Obtener quejas de la gente cercana
- Pensar en ello y sentirse irritable cuando no te puedes conectar
- Intentar reducir el uso sin éxito
- Mentir sobre el tiempo ocupado
- Aislamiento social
- Sentir una alegría anómala cuando se está conectado
En el caso de que se diesen las señales de alarma expuestas con anterioridad sería deseable consultar a un profesional para que realice una valoración, se pueda poner en marcha un tratamiento y el uso problemático no aumente. El tratamiento irá destinado a modificar estos patrones de conducta relacionados con las TIC y substituirlos por otro más adecuados. También a trabajar con los posibles factores asociados de origen o mantenimiento de problema como puede ser un déficit en las relaciones sociales o problemas familiares (Matalí, García, Martín y Pardo, 2015).
A pesar de que esta problemática todavía no está reconocida como trastorno en el Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5, (APA, 2013) cada vez hay más evidencia clínica y preocupación social por su impacto. En España las tasas de prevalencia son del 0,8% al 5% y a nivel mundial del 1,5% al 8,2% (Matalí, García, Martín y Pardo, 2015).
Gran parte de los artículos encontrados coinciden en que hace falta una investigación más profunda con respecto al tema del uso problemático de internet (Andreassen et al., 2016; De Leo y Wulfert, 2013). Hacen hincapié en que se deben esclarecer las variables personales y ambientales que actúan como vulnerabilidades para el desarrollo del uso problématico de internet (De Leo y Wulfert, 2013), diferenciar entre el uso de hombres y mujeres y entre los distintos tipos de uso (videojuegos, redes sociales, etc.) (Andreassen et al., 2016).
Referencias:
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders, (DSM-5®). American Psychiatric Pub.
Andreassen, C., Billieux, J., Griffiths, M. D., Kuss, D. J., Demetrovics, Z., Mazzori, E. y Pallesen, S. (2016). The relationship between addictive use of social media and video games and symptoms of psychiatric disorders: A large-scale cross-sectional study. Psychology of Addictive Behaviors, 30, 252-262.
Borrajo, E. (2015). Recomendaciones para la seguridad de los menores en Internet. En G. Roca. (Coord.), Las nuevas tecnologías en niños y adolescentes. Guía para educar saludablemente en una sociedad digital. (91-99). Barcelona: Hospital Sant Joan de Déu (ed).
De Leo, J. A. y Wulfert, E. (2013). Problematic internet use and other risky behaviors in college students: An application of problem-behavior theory. Psychology of Addictive Behaviors, 27, 133-141.
Echeburúa, E. y De Corral, P. (2010). Adicción a las nuevas tecnologías y a las redes sociales en jóvenes: un nuevo reto. Adicciones, 22, 91–95.
Martín-Fernández, M., Matalí, J. Ll., García-Sánchez, S., Pardo, M., Lleras, M. y Castellano-Tejedor, C. (2017). Adolescentes con Trastorno por Juego en Internet (IGD): perfiles y respuesta al tratamiento. Adicciones, 29, 125-133.
Matalí, J. Ll., García, S., Martín, M. y Pardo M. (2015). Adicción a las nuevas tecnologías: definición, etiología y tratamiento. En G. Roca. (Coord.), Las nuevas tecnologías en niños y adolescentes. Guía para educar saludablemente en una sociedad digital. (91-99). Barcelona: Hospital Sant Joan de Déu (ed).
Pedrero-Pérez, E. J., Ruiz-Sánchez, J. M., Rojo-Mota, G., Llanero-Luque, M., Pedrero-Aguilar, J., Morales-Alonso, S. y Puerta-García, C. (2017) Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC): uso problemático de Internet, videojuegos, teléfonos móviles, mensajería instantánea y redes sociales mediante MULTICAGE-TIC. Adicciones, 20.
Pérez-Payarols, J. y Nafría, B. (2015). Introducción. En G. Roca. (Coord.), Las nuevas tecnologías en niños y adolescentes. Guía para educar saludablemente en una sociedad digital. (91-99). Barcelona: Hospital Sant Joan de Déu (ed).
Sánchez-Navarro, J. y Aranda, D. (2015). El impacto de lo digital en la comunicación y las relaciones de los adolescentes. En G. Roca. (Coord.), Las nuevas tecnologías en niños y adolescentes. Guía para educar saludablemente en una sociedad digital. (91-99). Barcelona: Hospital Sant Joan de Déu (ed).
Olga Fernández – Velilla Lapuerta
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