AMIENEMIGOS Y LOS HIJOS: HABILIDADES SOCIALES Y COMUNICATIVAS

14/07/2017

Frenemies (Amienemigos). Exploramos estas relaciones y cómo afectan a la asertividad de nuestros hijos.

 

El término “frenemy” es un término anglosajón que hace referencia a la fusión de las palabras “friend” (amigo/a) y “enemy” (enemigo/a) y alude a un tipo de relación que se establece con una persona que pretende ser tu amiga pero en realidad es tu enemiga. Los amienemigos son amistades con carácter intermitente que con mucha frecuencia se dan en la infancia e incluso se sostienen en la vida adulta.

Los desajustes en las amistades son frecuentes y comunes, incluso son adaptativamente necesarios para aprender a socializar ya que obligan a los niño/as a elaborar una estrategia de solución de problemas que lleven a restaurar la amistad tras una discusión o desacuerdo. Un día vuestra hija está contenta, entusiasmada y pasándolo fenomenal con su amiga y al día siguiente está emocionalmente rota debido a los ataques recibidos por la misma amiga.

Sin embargo, si un niño o niña tiene demasiados de estos incidentes, es importante hablar con tu hijo/a sobre posibles maneras de resolver este tipo de conflictos con métodos diferentes a los que está utilizando hasta ahora, como por ejemplo: hacer preguntas para comprender el punto de vista del otro niño/a, sugerir una tercera alternativa, negociar y llegar a un término medio, etc.

Cuando se hace referencia al término amienemigos, el subtexto sobre lo anteriormente explicado es mucho más agresivo y manipulador. Se trata de niños/as que pueden ser al mismo tiempo amables y agresivos hacia sus amigos/as y despliegan estrategias en ambos sentidos de manera astuta y manipuladora para adquirir una mejor posición en su grupo social. Este concepto está muy vinculado a situaciones de bullying o acoso escolar. Se trata de un perfil de niños/niñas con rasgos carismáticos (divertidos, astutos, populares, arriesgados) pero también manipuladores, agresivos y egoístas. Despliegan estratégicamente amabilidad y malicia hacia las personas que les rodean para mantenerlos enganchados y así mantener su estatus dejando a los demás descompensados a su conveniencia.

Se puede presentar de maneras muy sofisticadas en niños/as desde edades comprendidas entre pre escolares hasta adolescentes, es decir, esta dinámica de acosador/acosado puede ser descrita en cualquier corte de edad con mayor o menor complejidad.

¿Qué hacer si tu hijo/a se ve expuesto a este tipo de relaciones?:

   -Señalar el patrón que se se está produciendo: Los  niños suelen vivir en el presente y necesitan ayuda para identificar que este tipo de amigos que en ocasiones son majos y en otras ocasiones son desconsiderados. Es importante hacer referencia a este patrón ejemplificandolo con otro niño/a que no sea tu hijo, de modo que el niño se identificará con el relato, pero no se sentirá atacado. Hacer preguntas sugerentes al respecto es más efectivo que acudir a largos sermones. Preguntas del tipo: ¿Notas algo extraño en la relación entre Clara y Laura? ¿Por qué crees que Laura sigue queriendo ser amiga de Clara? ¿Qué crees que siente Laura con todo esto? También puedes indicar que Clara a veces habla mal de Laura a sus espaldas y podría estar haciendo lo mismo con otras personas incluida ella.

 -Prepara a tus hijos para hablar de manera efectiva cuando la ocasión lo requiera: Con decirle a un niño “deja de ser su amigo” no va a ser suficiente, lo efectivo es prepararle para resolver situaciones en las que se siente despreciado.  Un niño que responde seguro de sí mismo es un objetivo menos interesante para los frenemies. Respuestas del tipo: “eso que has dicho es de abusones y a mi no me gustan los abusones”  o “esto que estás haciendo no es gracioso” tiene un impacto mayor.

 -Buscar otras amistades alternativas: A veces los niños toleran el abuso de sus “amigos” porque creen que no tienen otra alternativa de amistad. Si se trata de niños pequeños puedes organizar encuentros con otros niños más amables. Con adolescentes se les puede orientar hacia otras actividades que no involucren relacionarse con sus “frenemies” y sí con niños

 

más saludables. Tener otros círculos de amistades puede ser muy reconfortante para los niños cuando están metidos en este círculo vicioso en el colegio.

-Hablar de valores.  Este tipo de abusadores son socialmente virtuosos, pero tratar a los demás con crueldad está mal. Es importante hablar con tu hijo/a sobre lo que es la verdadera amistad. La mayoría de los niños señalan la lealtad y la amabilidad como valores fundamentales en la amistad. Sin embargo, los frenemies demuestran esas cualidades de manera inconsistente. Reflexiona con tus hijos sobre las sensaciones que le produce estar con alguien que a veces es muy majo y a veces es muy frío, frente a estar con alguien que es cálido y constante.

Si sientes que la situación se cronifica, considera la posibilidad de pedir ayuda a un profesional.

 

Escrito por María Sánchez Corrales, psicóloga infantil

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