Las redes sociales se han convertido en una parte muy importante de la vida actual. A través de Instagram, Twitter y TikTok, las personas comparten sus vidas, conectan con amigos y familiares, y se mantienen al tanto de lo que ocurre a su alrededor. Pero… ¿Cómo esta exposición constante puede afectar la forma en que percibimos nuestro propio cuerpo?
Las redes sociales suelen ser un escaparate de vidas cuidadosamente retocadas y perfeccionadas. Nos exponen constantemente a gran cantidad de información relacionada con la nutrición, la belleza y la moda, lo que puede generar mucha presión para que las personas se vean de una manera determinada. Esto puede llevar a una preocupación constante por la apariencia física y, en algunos casos, al consumo de la “dieta adecuada” y a la adopción de hábitos poco saludables para lograr resultados rápidos y sin esfuerzo, que llevan a la persona a alcanzar un estándar de belleza irreal o poco realista.
A primera vista, esta preocupación por la salud y la forma física puede parecer positiva. Sin embargo, el exceso de preocupación por encajar unido a la presión de las redes sociales puede transformar lo que al principio era un comportamiento saludable en un serio problema alimentario, promoviendo pensamientos de control, perfeccionismo y obsesión que conllevan a sufrir estrés, desgaste físico y mental.
La búsqueda de aprobación y seguidores pueden llevar a las personas a realizar decisiones arriesgadas simplemente para ganar seguidores o encajar en grupos. Además de la presión relacionada con la imagen corporal, estas apps también pueden promover comportamientos peligrosos a través de desafíos virales y tendencias preocupantes. Algunos de estos desafíos, como el famoso «Tide Pod Challenge» (donde las personas ingerían cápsulas de detergente), han llegado a poner en peligro la salud y la vida de quienes participaron en ellos.
Es esencial crear conciencia sobre estos problemas y evitar normalizarlos, especialmente entre los seguidores de «influencers» o personas influyentes en las redes sociales. En este sentido, es importante mencionar ejemplos como el de Kim Kardashian, una conocida influencer, quien compartió métodos extremadamente peligrosos para perder peso de manera rápida. En un caso específico, mostró una dieta altamente restrictiva que ella misma siguió durante varios días con el objetivo de encajar en un vestido al estilo de Marilyn Monroe. Estas acciones ponen en riesgo tanto la salud física como la mental de sus seguidores y deben ser motivo de reflexión en la comunidad de redes sociales.
Con este post no se busca quitar la idea de cuidarse y tener una alimentación saludable, sino que lo que se quiere resaltar es la importancia de afrontar la pérdida de peso de manera saludable y con motivaciones genuinas, en lugar de hacerlo de manera impulsiva o bajo presiones externas, como la necesidad de encajar en un vestido en una fecha específica, la búsqueda constante de aprobación, el deseo de control o la necesidad de cumplir estándares poco realistas.
Además, es fundamental crear conciencia sobre estos comportamientos y dejar de normalizarlos, ya que no son saludables ni normales. Las «influencers» tienen una gran influencia en la vida de las personas y son seguidas por individuos de todas las edades, incluso menores de edad. Por lo tanto, es crucial controlar el contenido que se comparte en las redes sociales y no permitir que se normalicen este tipo de comportamientos.
Además, es fundamental crear una mayor conciencia sobre estos comportamientos y dejar de considerarlos como normales y saludables, ya que en realidad no lo son. Las personas influyentes en las redes sociales, como las «influencers», tienen un gran poder para influir en la vida de sus seguidores, incluyendo a personas de todas las edades, incluyendo menores de edad. Por lo tanto, es esencial controlar el contenido que se comparte en las redes sociales y no permitir que se normalicen conductas perjudiciales para la salud física y mental.
Teniendo en cuenta todo esto, aquí os dejo una serie de tips para tratar de aceptar nuestro cuerpo tal como es.
- Limita la exposición a los medios, y evita la comparación: Reduce la cantidad de tiempo que pasas viendo imágenes idealizadas en las redes sociales. Recuerda que muchas de estas imágenes están retocadas y no representan la realidad. Cada cuerpo es único y que la comparación con los demás solo te hará sentirte insatisfecho.
- Autoconocimiento, aprender a reconocer nuestras emociones y cómo éstas afectan a nuestras conductas.
- Rodéate de personas (amigos y familiares de confianza) con las que compartir tus sentimientos, que te apoyen y te animen a aceptarte tal como eres
- Cambia tu lenguaje interno: Convierte tu diálogo interno en uno amable y compasivo que te lleve a la autoaceptación a ti mismo y de tu cuerpo.
- Desarrolla la conciencia corporal: Practica la atención plena para conectarte mejor con tu cuerpo y aprender a escuchar sus señales. Esto te ayudara a tener en cuenta las señales de hambre y prestar atención a las señales de saciedad.
- Busca ayuda profesional si es necesario: si ves que la aceptación de tu cuerpo interfiere significativamente en tu vida o salud mental, considera buscar el apoyo de un terapeuta o consejero especializado en trastornos de la imagen corporal.
Referencias Bibliográficas
Blanco, J. R., Jurado, P. J., Blanco, L. H., Ornelas, M., & Solano-Pinto, N. (2021). ¿Qué predice la realización de dietas? Dietas, grasa corporal e insatisfacción corporal en un modelo de ecuaciones estructurales. Terapia psicológica, 39(1), 81-102. Consultado en scielo-conicyt.cl
El Manual De La Dieta intuitiva: Prólogo de la Dra. Tracy Tylka (Salud y vida natural) Tapa blanda – 20 octubre 2020 ·
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