Duelo infantil: cómo abordar la muerte con los más pequeños

duelo con niños

Duelo en tiempos de coronavirus.

Hace unos meses os hablábamos sobre duelo: cómo se manifiesta, cuáles son sus fases y cómo se puede abordar. Sin embargo, la dramática situación que estamos viviendo hace que parte del proceso se dificulte ante la imposibilidad de despedirse de la manera que uno/a necesitaría (no pudiendo visitar a la persona enferma ni elaborar un ritual de despedida como nos gustaría, como un entierro o misa…). Es por ello que se hace especialmente importante mantener los rituales de despedida en la manera que sea posible, ya que estos nos ayudan a elaborar la pérdida de una mejor manera (escribir una carta de despedida, reunirse virtualmente con las personas allegadas, realizar alguna actividad simbólica…).

Atendiendo a la gran cantidad de padres y madres que se puedan estar viendo actualmente ante la difícil tarea de compartir la muerte de un familiar o persona cercana con sus hijos/as, queremos dedicar esta entrada a las claves del duelo infantil.

Dificultades para abordar el duelo con los niños

En general, los adultos tenemos dificultades para hablar sobre la muerte con los/as niños/as por la gran angustia que en sí mismo nos genera. Tratamos de protegerles del dolor asociado a la conciencia de la muerte, pero de alguna manera les desprotegemos ante algo a lo que tendrán que hacer frente a lo largo de su vida. Privándoles de la oportunidad de comprender la muerte y sus implicaciones, también les privamos del desarrollo de habilidades para procesar los eventos dolorosos de la vida. Tratar de construir una vida alejada del sufrimiento para los niños es una concepción poco realista y que les abandona en la construcción de recursos. En definitiva, los/as niños/as necesitan de un adulto que les explique lo que la muerte significa, mediante un lenguaje adaptado a sus capacidades cognitivas, pero siempre ofreciéndoles un espacio donde poder hablar de ella.

Claves para explicar la muerte a los/as más pequeños/as

  1. Irreversibilidad: los dibujos animados, los videojuegos y algunas explicaciones que ofrecemos los adultos a los/as menores les confunden en cuanto a si la muerte es o no reversible. Para ayudarles en este proceso, hemos de tratar de evitar metáforas del estilo “se fue”, “está en un lugar mejor”, “ha subido al cielo”, etc. Es importante que el/la menor entienda que no es algo temporal, sino definitivo, y que no vamos a ver más a esa persona, aunque podamos recordarla.

 

  1. Universalidad: se trata de que entiendan que todos/as vamos a morir sin que eso produzca un malestar intolerable. Para ello, podemos utilizar la postergación, “sí, cariño, yo también me voy a morir pero cuando haya pasado un montón de tiempo y tú ya puedas cuidarte solo”. Lo anterior ayuda a que el/la menor entienda que todos vamos a morir, pero que lo probable estadísticamente es que ocurra dentro de mucho tiempo. En el caso de que la muerte sea previsible, es importante ir preparando al menor poco a poco. En general, debemos tener cuidado con las respuestas rotundas (sí, no).

 

  1. El cuerpo deja de funcionar: de nuevo, el continuado uso de metáforas que hacemos los adultos para rebajar la angustia provocan confusión en el/la menor. Frases como “aunque no le veas, te está escuchando” pueden ser muy amenazantes para ellos/as. El/la niño/a entiende que la persona está viva en algún lugar y que puede vigilarle. Es por ello que hemos de explicarle que únicamente está presente en nuestros recuerdos y en nuestro corazón.

 

  1. Explicación física: las personas no morimos “de repente” o “de un susto”, las causas son físicas y explicarles esto ayuda a que puedan entenderlo y elaborar la pérdida. Ofrecer una explicación donde incluyamos, por ejemplo, que el corazón de la persona dejó de latir, es suficiente. En cualquier caso, es importante introducir la comprensión de la muerte física previamente a creencias filosóficas o religiosas.

 

Entendemos que hablar de la muerte, y más si es con niños/as, es un tema que todavía resulta complicado y puede tornarse angustioso. Por eso, si necesitas ayuda en la elaboración del propio duelo o en cómo gestionar la muerte de un familiar o persona cercana con un/a menor, no dudes en contactar con nosotras.  En vínculo estaremos encantadas de acompañarte.

 

*La información de esta entrada ha sido extraída de “Hablemos de Duelo”, un manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes. Para más información, puedes encontrar la guía completa en el siguiente enlace:

http://www.fundacionmlc.org/uploads/media/default/0001/01/guia-duelo-infantil-fmlc.pdf

 

María Meizoso Montesinos

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