El suicidio: el tabú del siglo XXI

Suicidio

¿A quién recurro si tengo pensamientos suicidas? ¿Cómo puedo ayudar a alguien que quiere suicidarse?

La Organización Mundial de la Salud (O.M.S. 2013), apunta que el suicidio o los intentos de suicidio son uno de los problemas más graves de salud mental. En países desarrollados, el suicidio se encuentra entre las diez primeras causas de muerte, siendo la segunda causa de mortalidad en las personas de entre 15 y 29 años.

Otro dato relevante para tener en cuenta es, que de las personas que realizan un intento de suicidio o lo consuman, el 90% padecen algún tipo de enfermedad mental, siendo común en personas diagnosticadas de depresión, esquizofrenia, trastorno por consumo de sustancias o trastorno bipolar. Estas personas tienen un alto nivel de sufrimiento, sienten que no tienen los recursos necesarios para poder sentirse mejor y cambiar la situación en la que se encuentran, lo que genera en ellos/as sentimientos de inseguridad y frustración, una baja autoestima… todo esto hace que para estas personas la única alternativa que ven para terminar con su sufrimiento sea acabar con su vida.

Existen muchos mitos alrededor del suicidio, entre los que se encuentran:

  • Si le preguntamos a una persona si está pensando en suicidarse, podemos incitarle a que lo haga.
  • Si la persona lo expresa, es para llamar la atención y si lo cuenta es que no lo va a hacer.
  • Solo se lleva a cabo si la persona no lo dice.
  • El suicidio es impulsivo, por lo que la persona no avisa.
  • Las personas que se suicidan son sólo las que tienen problemas graves.

Es importante tener en cuenta que esto no son afirmaciones reales, pero que influyen en la manera en la que tratamos el suicidio y en la forma en la que nos acercamos a las personas que lo ven como una salida a su malestar.

Algunos factores de riesgo que parecen influir en la toma de decisión de acabar con la propia vida y que podemos tener en cuenta son:

  • Tener una enfermedad terminal, degenerativa o mental (especialmente las anteriormente mencionadas).
  • Haber tenido un brote en una enfermedad grave por primera vez y que sea persistente.
  • Mala evolución de una enfermedad mental, con sintomatología activa.
  • Alta reciente de un ingreso en psiquiatría.
  • Historial previo de intentos de suicidio: a mayores intentos previos, más riesgo de consumarlo en el futuro.
  • Cuanto más graves sean los intentos previos, más riesgo de consumarlo.
  • A mayor grado de ocultación, más riesgo de llevarlo a cabo.
  • Mala adherencia a los tratamientos farmacológicos: no seguir un tratamiento farmacológico siguiendo las indicaciones dadas por el especialista.
  • Una sensación de desesperanza, fracaso personal ante sus vidas y su futuro.
  • Baja tolerancia a la frustración y altos niveles de impulsividad.

¿Qué podemos hacer?

Ante una persona que verbaliza querer suicidarse o que ha realizado intentos previos, podemos:

  • Detectar señales de alarma, como pueden ser: que la persona verbalice una despedida, escriba una carta, hable desesperanzado/a sobre su vida, decida dar y regalar todos sus objetos personales o hable explícitamente sobre querer suicidarse. Que gestione documentos que tenía pendientes, se autolesione, que muestre cambios repentinos de comportamiento…todo esto pueden ser señales de que esa persona puede estar planteándose el suicidio como una solución a su malestar.
  • Tener disponibles números de emergencia.
  • No tener cerca posibles materiales con los que hacerse daño.
  • Hablar sobre el suicido no hace que sea más probable que se lleve a cabo; de hecho, es importante poder escuchar a estas personas, no juzgarlas ni entrar en pánico, ya que sólo de esta manera podremos brindarles nuestra ayuda.

 Recuerda:

  • A menudo, el suicidio es una forma permanente de acabar con algún problema pasajero, pregúntate ¿si desaparece esto que me hace sufrir…seguiría adelante con quitarme la vida?
  • La desesperanza y un bajo estado de ánimo persistente afectan la forma en la que vemos y juzgamos nuestras vivencias, llevándonos a plantearnos soluciones poco saludables para reducir nuestro malestar.
  • La gran mayoría de las personas que han pensado en el suicido como una opción, se alegran de no haberlo cometido.

Si necesitas ayuda, en Vínculo te esperamos. Porque, aunque no veas salida y creas que no tienes los recursos suficientes para salir del agujero negro en el que te encuentras, eres más capaz de lo que crees.

Celia Curiel Barrios

Arenas, A., Gómez-Restrepo, C., & Rondón, M. (2016). Factores asociados a la conducta suicida en Colombia. Resultados de la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015. Revista Colombiana de psiquiatría45, 68-75.

Ayuso-Mateos, J. L., Baca-García, E., Bobes, J., Giner, J., Giner, L., Pérez, V., … & RECOMS, G. (2012). Recomendaciones preventivas y manejo del comportamiento suicida en España. Revista de Psiquiatría y Salud Mental5(1), 8-23.

https://www.telefonodelaesperanza.org/prevencion-del-suicidio

Blanco, C. (2020). El suicidio en España. Revista de Ciencias Sociales33(46), 79-106.

https://www.who.int/mental_health/suicide-prevention/infographic/es/

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