Estrés digital: la afección de la revolución tecnológica

Vivimos en una era en la que, cada vez más, todo se va digitalizando. El estrés digital es el aumento de estrés en las personas a causa de factores relacionados con los medios de comunicación, redes sociales y dispositivos electrónicos como el móvil o el ordenador. Especialmente durante el confinamiento, el uso de dispositivos electrónicos y redes sociales se ha disparado, ya que era la única manera de estar conectados/as con nuestro entorno, convirtiéndose también en un medio para pasar el tiempo.

El mundo de las tecnologías avanza a pasos agigantados, lo que puede crear en nosotros/as la necesidad de actualizarnos a la misma velocidad que ellas, pudiendo promover la aparición de conductas adictivas y otras consecuencias negativas para nuestra salud, afectando sobre todo a nuestro sueño, incrementando los dolores de cabeza y generando ansiedad. Es importante prestar atención sobre todo a adolescentes y jóvenes, por ser grupos especialmente sensibles a las influencias de las nuevas tecnologías.

El hecho de que las nuevas tecnologías han beneficiado a la sociedad es algo indiscutible, aportando innovaciones en el acceso a la información, pero aun así es importante conocer la otra cara de la moneda y aceptar el lado perjudicial, el hablado estrés digital.

Un claro ejemplo de esto es el multitasking o la capacidad de poder hacer más de una tarea a la vez. Las nuevas tecnologías nos permiten llevar esto a cabo, ya que mientras revisamos el correo, podemos a la vez estar buscando información para un trabajo que tenemos que hacer y por otro lado estar hablando con nuestro/a compañero/a por el chat consultándole una duda al respecto. Aunque a priori esto parece algo ventajoso, ya que da la sensación de que se estaría aprovechando el tiempo al máximo haciendo varias cosas a la vez, varios estudios han demostrado que pese a tener sus beneficios, el hacer varias tareas simultáneas puede ser perjudicial. En el momento que nuestro cerebro se encuentra con varias tareas a las que tiene que dar una solución, tanto el rendimiento como la concentración disminuyen, ya que no tiene la capacidad para dar una respuesta completa y analizar los detalles de cada una de las fuentes de información. La sobrecarga de información producida por el ejercicio de la multitarea hace que nuestro organismo reaccione como si existiera una amenaza, activando regiones cerebrales para enfrentar la situación haciendo que nos bloqueemos y que, por tanto, la ansiedad aumente.

Otra conocida expresión del estrés digital es la nomofobia o miedo irracional a estar sin el móvil o no poder usarlo. Pese a necesitar momentos en los que desconectar, el hecho de no estar al tanto de las novedades o de sentir que en algún momento va a necesitar consultar su móvil y no va a poder hacerlo genera inseguridad en la persona. Esto es consecuencia de un uso excesivo del móvil, comprobando constantemente si ha recibido algún mensaje o notificación, dejando de lado otras actividades importantes como el sueño o la socialización.

A continuación, compartimos algunos consejos que os pueden ayudar a manejar de una manera adecuada las tecnologías y redes sociales, evitando las consecuencias derivadas de un mal uso:

  • Si es inviable evitar el multitasking, hacer como máximo 2 tareas simultáneamente, siendo mejor el rendimiento si estas tareas son similares entre ellas.
  • Limitar la revisión de correos electrónicos o de redes sociales a un par de momentos al día, poniendo una hora límite de uso.
  • Evitar el uso de redes durante el estudio o en el trabajo, de esta forma la concentración y la retención de información se verá incrementada.
  • Si es necesario el uso de las nuevas tecnologías para el trabajo, es fundamental mantener un espacio limpio y despejado que permita sentirte relajado/a y evitar los despistes.
  • Durante los descansos entre estudios o en el trabajo, intentar evitar el uso de móviles y ordenadores, para evitar la saturación.
  • Reflexiona sobre el uso que haces de las nuevas tecnologías: ¿consideras que es excesivo?, ¿sientes que no consultar el móvil de manera frecuente te genera malestar?, ¿crees que dejas de lado otras actividades que también son importantes, como quedar con amigos/as o cuidar tu descanso, porque pasas mucho tiempo inmerso/a en las redes sociales?…

Como conclusión, queremos destacar lo útiles que pueden resultar las nuevas tecnologías, tanto en el trabajo o desempeño académico, como a la hora de socializar y estar conectados con nuestro entorno. Su beneficio va a depender del uso que hagamos de ellas, por lo que es importante saber manejarlas de forma adaptativa y responsable, sabiendo mantener distancias cuando es necesario para evitar la sobresaturación. Es esencial recordar que fuera del mundo virtual existe un mundo real que te permite conectar contigo mismo/a y con tu entorno de una manera más satisfactoria y saludable. Si después de leer este blog, sientes que el uso que haces de las nuevas tecnologías te genera malestar, no dudes en ponerte en contacto con nosotras; en Vínculo podemos ayudarte.

 

Ana Gómez Peña

 

Bibliografía

 

 

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