“A las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos. Eso es un hecho. Todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos. Todo está mal. Tienes que tener un aspecto concreto. Así que, intenta ponerte frente al espejo, mírate y no te muevas. Acéptalo y no te juzgues. Es lo más difícil que he tenido que hacer”.
La actriz Emma Thompson pronunciaba estas palabras a principios de semana en la rueda de prensa de presentación de su nueva película en el Festival de Cine de Berlín y arrancaba una sonora ovación entre los asistentes. La repercusión internacional que supone que un personaje público de su alcance haya alzado la voz y puesto el foco sobre la enorme presión social que experimentamos las mujeres en torno a cómo debe ser nuestro cuerpo, es digno de reseñar.
Actualmente, las mujeres nos enfrentamos a un modelo de belleza imperante que gira en torno a la delgadez, a la perfección asociada a tener unas medidas concretas, la demonización del sobrepeso (o gordofobia), la intolerancia hacia la diversidad de los cuerpos, así como, a la presión social que continuamente recibimos para que nuestra imagen sea lo más parecida a este. Ambos elementos, junto a los comentarios y el escrutinio sobre nuestro físico al que estamos sometidas, tanto desde nuestro entorno más cercano como desde las diferentes redes sociales en las que interactuamos, constituyen importantes factores de riesgo sociocultural para el inicio y desarrollo de un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA).
Así, según Gismero (2020), los principales modelos socioculturales que han estudiado los riesgos sobre los TCA se han centrado sobre todo en factores relacionados con la idealización sociocultural de la delgadez en las mujeres:
- la exposición a los medios,
- las presiones para perder peso,
- la internalización del ideal de delgadez, y las expectativas al adelgazar (por ejemplo, expectativas de mejora generalizada en la vida por perder peso).
Aspectos que están directamente relacionados con dos de los factores de riesgo más claros de la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa: la insatisfacción corporal y las dietas/ayuno.
La imagen corporal puede definirse como “el conjunto de percepciones, pensamientos y sentimientos que las personas poseen respecto a su cuerpo”. La internalización de los ideales de belleza nos lleva a estimar la diferencia entre nuestro propio cuerpo y estos ideales, desencadenando insatisfacción corporal cuando este ideal no se puede alcanzar. En un momento de especial vulnerabilidad como es la adolescencia y en el que la aceptación social de los iguales se convierte en un elemento crucial, la insatisfacción corporal puede llevar a una baja autoestima, empeoramiento en el estado de ánimo y a comportamientos alimentarios perjudiciales, que conduzcan al inicio de un TCA.
La investigación científica en este tema ha logrado evidencias de que determinados usos de las distintas redes sociales (especialmente hacer comparaciones basadas en la apariencia física) están relacionados con comportamientos alimentarios restrictivos (como restricción en cantidad de alimento o en ciertos tipos de alimentos), de que hay relación entre el uso de Facebook con la imagen corporal y los desórdenes alimentarios y de que el uso de redes sociales está relacionado con descenso de la autoestima, así como con un aumento de la insatisfacción corporal (Gismero, 2020).
Por todo lo descrito anteriormente, pese al enorme peso que tales dictados socioculturales tienen sobre nosotras, es importante para vinculo que en terapia seamos sensibles y conscientes de estas realidades y trabajemos en favor de la concienciación en la diversidad corporal, en la aceptación incondicional de nuestro cuerpo (más allá de nuestra talla, mientras estemos saludables) o en la desconfirmación e invalidación de esquemas de pensamiento colectivo que asocien nuestra valía o éxito personal en función de nuestra apariencia física.
Marta Llorente Asenjo
Referencias
Gismero González, M. E. (2020). Factores de riesgo psicosociales en los Trastornos de la Conducta Alimentaria: Una revisión y algunas consideraciones para la prevención y la intervención.
Uchôa,F. N. M., Uchôa, N. M., da Costa Daniele, T. M., Lustosa, R. P., Garrido, N. D., Deana, N. F y Alves, N. (2019). Influence of the Mass Media and Body Dissatisfaction on the Risk in Adolescents of Developing Eating Disorders. International Journal of Environmental Research and Public Health, 16, 1508. doi:10.3390/ijerph16091508
Factores de riesgo para sufrir un TCA – Asociación contra la Anorexia y la Bulimia. Disponible en: http://www.acab.org/es/que-son-los-trastornos-de-la-conducta-alimentaria/factoresde-riesgo-para-sufrir-un-tca
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