MICROMACHISMOS PARTE I

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El efecto de la desigualdad de género en la salud y los micromachismos.

Los denominados sexismos y sesgos de género se siguen manifestando, no tanto de una manera hostil sino de una forma más sutil y que ahora también se da desde  otra perspectiva, que consiste en afirmar que  la igualdad de género es un hecho y una realidad ya existente y que por tanto seguir la lucha contra la discriminación es algo superfluo. Desde las consultas de psicología seguimos encontrando malestar y diferentes problemas psicológicos que tienen que ver con los micromachismos en muchas mujeres influidos y muy relacionados con estas desigualdades de género para algunos ya superadas.

Para muchos expertos en salud y género  esta idea es un ejemplo más de las maniobras patriarcales para perpetuar las diferencias de género. Ahora se puede leer la palabra «micromachismos»en muchos titulares de revistas o periódicos que las mujeres están a la cabeza en calificaciones universitarias, puestos de responsabilidad en las empresas, salarios más altos…ahora las mujeres son las denominadas “superwoman” pero la realidad y las estadísticas son bien distintas. Sigue existiendo una brecha salarial entre hombres y mujeres, menor acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad y de influencia, más problemas de salud, son más propensas a sufrir violencia física, psicológica o sexual y  sufren peor calidad de vida en la vejez, entre otras muchas diferencias. Las mujeres casadas tienen peor calidad de vida que las solteras  a diferencia de los hombres casados que tienen mejor calidad de vida que los solteros.

Desde esta perspectiva de un nuevo machismo invisible y sutil que perpetúa la desigualdad, Bonino (1996) define los micromachismos (Mm) cómo prácticas de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana, del orden de lo «micro»,  que son casi imperceptibles  y como ya se decía muy sutiles. Comprenden un amplio abanico de maniobras interpersonales que se utilizan en el repertorio de conductas de lo cotidiano. De esta manera se siguen perpetuando las diferencias de género y el poder masculino desde lo familiar, domestico, relación de pareja, relaciones con amigos o jefes…

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Definiremos sólo algunos de los que se encuentran en la vida cotidiana:

MICROMACHISMOS COERCITIVOS

Intimidación: está en el límite entre la violencia psicológica y los mM propiamente dichos. Se trata de una forma de inducir miedo a la mujer por una idea real o fantaseada de que el hombre puede ejercer un poder agresivo.

Control del dinero: maniobras utilizadas por el hombre para monopolizar el uso o las decisiones sobre el dinero, limitándole el acceso a la mujer. Este se basa en la creencia  de que el dinero es patrimonio masculino, y esto se traduce en la idea de que no debe informar del uso del dinero común o ejerce control y exigencia de detalles del gasto de la mujer o retención del dinero, que obliga a la mujer a tener que pedirlo y que es una  forma de ejercer poder.

No participación en lo doméstico: Basada en la creencia que lo doméstico es femenino y lo público masculino y por ello se impone a la mujer hacerse cargo del cuidado del espacio o el proyecto  común. Esto se denomina sobrecarga por omisión, que el hombre justifica con el trabajo que realiza fuera de casa.

MICROMACHISMOS ENCUBIERTOS

Estos mM son los que atentan de modo más eficaz contra la simetría de la relación y la autonomía femenina, por su forma insidiosa y sutil que los hace especialmente invisibles en cuanto a su intencionalidad. En ellos, el hombre oculta (y a veces se oculta) su objetivo de dominio y forzamiento de disponibilidad de la mujer.

Abuso de la capacidad femenina de cuidado: Este es el grupo de mM probablemente más avalado y silenciado por la cultura.  El hombre utiliza y explota la capacidad de las mujeres de cuidado hacia otras personas que está muy desarrollado por efectos cultuales y de socialización. Los hombres aprovechan abusivamente los beneficios del cuidado femenino y con ello aumenta su calidad de vida a expensas de la calidad de vida femenina… Algunas mujeres  lo definen como un comportamiento de extracción y vaciamiento de energía.

 

Leticia González Aparicio

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1 Comentario

  1. Adela

    Excelente artículo, como podría contactar con la autora?

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