“Quizá la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.”
Reír y llorar. Lloramos y reímos de forma natural y espontánea, pero la verdad es que detrás de estas sencillas acciones cotidianas se esconde un mundo interno lleno de emociones, pensamientos y sentimientos. Pocos comportamientos nos hacen más humanos como la risa y el llanto.
La risa se puede entender como una reacción biológica creada por el propio organismo como posible respuesta a determinados estímulos o situaciones, y se relaciona estrechamente con la alegría, la felicidad y el humor. Las carcajadas avivan efectos positivos, tanto psicológicos como fisiológicos, y, por ende, son un hábito potentísimo de salud que, sin lugar a duda, debemos ponerlo mucho más en práctica en nuestro día a día. Lejos de lo bonito que es poder ver a los/las que más quieres reír, la risa es un maravilloso calmante natural. Diversos estudios han puesto en evidencia que los/as niños/as se ríen alrededor de 300 veces al día, mientras que los/as adultos/as lo hacen unas 80 veces. ¿Te has preguntado alguna vez qué pasa en nuestro organismo a nivel psicológico y fisiológico cuando nos reímos? Te invito a que sigas leyendo y descubras algunos beneficios de esta maravillosa conducta que es reír.
A nivel psicológico…
- Disminuye el estrés y potencia el bienestar psicológico.
- Promueve un mejor estado de ánimo, autoestima y confianza.
- Mejora la memoria, la creatividad y la capacidad de resolución de problemas.
- Nos ayuda a reconectar con nuestro/a niño/a interior, ya que la carcajada trae consigo esa forma de ser más natural, auténtica y verdadera de las personas.
- Refuerza el vínculo entre las personas, mejorando de esta forma las relaciones interpersonales.
A nivel fisiológico…
- Produce endorfinas, libera serotonina y disminuye el dolor.
- Mejora la capacidad respiratoria y cardiaca, ya que al reír tu corazón y tus pulmones se fortalecen.
- Activa y relaja la musculatura.
- Mejora el sistema inmunológico aumentando así tu nivel de defensas en el organismo.
Por lo tanto, podemos concluir que reír nos ayuda a combatir el estrés, nos proporciona un estado de relajación y bienestar general que nos incitan a sentirnos felices, contentos/as y agradecidos/as.
Después de saber todo lo que la risa puede hacer por ti, te invito a que ahora pienses ¿qué sientes cuanto te ríes?, ¿felicidad?, ¿alegría? La gran mayoría de veces, la risa invade nuestra vida y la da un significado lleno de entusiasmo y positividad. Pero…¿te ríes tanto como querrías? Hoy en día las preocupaciones, las responsabilidades y los problemas de nuestra vida diaria pueden trasforman nuestra risa en una estado de seriedad continuo, del que a veces ni si quiera somos conscientes y del que difícilmente logramos librarnos.
A pesar de todo esto, seguro que has escuchado alguna vez la frase “un día sin sonreír es un día perdido”, pero… ¿qué pasa si no reímos y, por el contrario, lloramos? Seguro que también has escuchado “no llores, así no vas a solucionar nada”, una frase totalmente normalizada ya que, durante muchos años, llorar ha estado asociado con debilidad, vulnerabilidad y tristeza. Nada más lejos de la realidad. Llorar nos ayuda a liberar hormonas que nos facilitan rebajar la ansiedad y la angustia sentida. Al igual que ocurre con la risa, llorar también es un potentísimo calmante natural.
En momentos en los que la tristeza, la rabia o la impotencia nos inundan es cuando aparece el llanto. Por ende, usualmente, suele aparecer cuando las personas nos encontramos sintiendo emociones muy intensas (tristeza, rabia, ira, miedo…). Nuestro cuerpo se encuentra completamente cargado de tensión y estrés, por lo que necesita liberarla a través del llanto. La sensación de paz y tranquilidad flota una vez se ha terminado de llorar y, además, solemos estar más abiertos/as a nuevas ideas y somos capaces de conectar emocionalmente con los demás. Llorar es necesario, normal y sanador y, funciona como un gran punto de inflexión en el que las personas nos reparamos para continuar con nuestro camino.
Llorar es tan importante y necesario como reír. Cada acto y emoción cumple una función, un para qué, de tal forma que si sentimos la necesidad de reír o llorar es por algo. Date el espacio para conectar con cómo te sientes y poder expresarlo como necesitas. En caso de que sientas que se te hace difícil, no dudes en contactar con nosotras; en Vínculo podemos ayudarte.
Bibliografía
De La Herrán, L. Hacer reír. El valor curativo de la risa. Madrid: San Pablo, 2001.
Zaragozano Fleta, J. (2017). La risa: de la patología a los efectos terapéuticos. Pediatría Integral, 436.e1-436.e6.
Velázquez, L. (2015). El poder terapéutico de la risa. Bioethics Update, 130-142.
Laura Pascual
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