Relación TCA con población por debajo de 14 años

TCA

24/06/2022

Los trastornos alimentarios son uno de los problemas más prevalentes en salud mental, sobre todo en mujeres y niñas, muy marcado por la cronicidad y la recaída. Estudios recientes apuntan a una tasa de prevalencia de trastornos de la alimentación de un 4,1-4,5% entre los 12 y los 21 años (ACAB, 2021). Por lo que parece necesario empezar a plantear intervenir en edades más tempranas donde los TCA pueden estar gestándose.

Cabe destacar que los TCA son enfermedades con importantes dificultades para el diagnóstico en la edad pediátrica: a nivel psicológico, suele ser difícil a edades tempranas describir sensaciones y percepciones, por lo que los niños pueden no manifestar insatisfacción por el peso o la figura; por otra parte, a nivel físico en las niñas prepúberes o con menstruación aún irregular la presencia de amenorrea puede no ser valorable, y la gran variabilidad en las tasas de crecimiento físico pueden invalidar el IMC o el peso como factores determinantes a tener en cuenta; por tanto, se considera que los criterios diagnósticos vigentes no son plenamente aplicables a la edad pediátrica (Dueñas Disotuar, Y., Murray Hurtado, M., Rubio Morell, B., Murjani Bharwani, H. S., & Jiménez Sosa, A. 2015).

Los programas preventivos para pacientes entre 15 y 19 años ayudan a disminuir los factores de riesgo y promueven los comportamientos saludables en el control del peso, según el metaanálisis de Stice, E., & Shaw, H. (2004). Además, se encontró que los programas de prevención disminuyen la patología alimentaria actual y el riesgo de futuros aumentos en la patología alimentaria.

Es importante recordar que los TCA en la infancia tienen una serie de factores que ayudan al buen pronóstico: menor tiempo de evolución de la enfermedad, una menor mortalidad global, mayores tasas de curación, así como la figura de los padres que a estas edades aún puede ejercer una cierta supervisión y apoyo en todo el proceso de diagnóstico y tratamiento hasta la curación (Miller, C.A, & Golden, N.H, 2010).

Con todo esto, y sabiendo que los cambios de la pubertad, el sobrepeso u obesidad, las redes sociales o los medios de comunicación son factores de riesgo claros en esta problemática, se debería fomentar los programas de prevención desde edades preescolares o incluso antes. Es necesario dar información a los padres y a los propios niños sobre el estilo alimentario, el desarrollo de la alimentación, las conductas/rituales de alimentación, corporalidad y adquisición de la imagen corporal (que se desarrolla entre los 6 y 13 años), cómo abordar el miedo a tragar o la selectividad en los alimentos y la comida social, entre otros. Además, es necesario continuar investigando y planteando diferentes propuestas de tratamiento para estas edades.

El enfoque multidisciplinar, el trabajo tanto a nivel individual y como familiar son indispensables en esta problemática tan compleja. Desde este sentido, la terapia familiar sistémica cumple muchas de estas premisas, contando con el sistema familiar como motor para el cambio, ayudando al paciente a sentirse comprendido y apoyado, potenciando sus recursos familiares e individuales. Lo más importante en esta problemática es que haya un rol activo por parte del psicólogo a la vez que una gran flexibilidad, dejando que el terapeuta pueda seleccionar estrategias y/o herramientas según el caso en cuestión.

 

                                                                       Laura del Moral Fuentes

 

Bibliografía:

ACAB (2021). Els trastorns de la conducta alimentaria. Què són els TCA? Associació contra l’Anorèxia y la Bulímia. Fuente: https://www.acab.org/els-trastorns-de-la-conductaalimentaria/que-son-els-tca/

Dueñas Disotuar, Y., Murray Hurtado, M., Rubio Morell, B., Murjani Bharwani, H. S., & Jiménez Sosa, A. (2015). Trastornos de la conducta alimentaria en la edad pediátrica: una patología en auge. Nutrición Hospitalaria32(5), 2091-2097.

Miller CA, Golden NH. An introduction to eating disorders: clinical presentation, epidemiology and prognosis. Nutr Clin Pract 2010; 25:110-115.

Stice, E., & Shaw, H. (2004). Eating disorder prevention programs: A meta-analytic review. Psychological Bulletin, 130(2), 206–227. doi:10.1037/0033-2909.130.2.206

 

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