LA RESILIENCIA: ¿QUÉ ES Y CÓMO SE PROMUEVE?

Resiliencia

Nuestra vida es un largo camino en el que nos podemos encontrar con grandes retos y dificultades. Nada nos salva de sufrir, llorar o pasar por problemas más o menos dolorosos. Sin embargo, sí que hay en cada uno/a de nosotros/as, una característica psicológica que puede hacer que superemos todo ello con mayor o menor dificultad, y que aprendamos de lo vivido: la resiliencia. ¿Quieres saber en qué consiste y cómo podemos promoverla en los más pequeños/as? ¡Adelante! En el blog de hoy te lo contamos.


La resiliencia hace referencia a la capacidad de afrontar positivamente las dificultades que se nos presentan. En este sentido, Masten, Best y Garmez, (1990, citados en Fletcher y Sarkar, 2013) afirman que la resiliencia es: el proceso, la capacidad o el resultado de una adaptación exitosa a pesar de circunstancias desafiantes o amenazantes” (p.13).

Por lo tanto, existen dos fenómenos fundamentales que se incluyen en el concepto. En primer lugar, la existencia de una situación difícil, que provoca en la persona la necesidad de adaptarse a ésta positivamente para poder superarla o afrontarla; y, en segundo lugar, dicha adaptación positiva, es decir, las conductas, pensamientos o soluciones que la persona lleva a cabo para poder resolver el reto planteado (Luthar, Ciccheti y Becker, 2000).

Además, cabe destacar que esta característica no es invariable, sino que se trata de un proceso dinámico, es decir, que evoluciona en función de nuestras vivencias y aprendizajes a lo largo de nuestro ciclo vital (Manciaux, Vanistendael, Lecomte y Cyrulnik, 2001).

Además, las personas resilientes tienen más capacidad para regularse emocionalmente, controlar el estrés y la angustia y manejar la frustración.

Interesante, ¿verdad? ¿Quieres saber cómo puedes promoverla en los más pequeños/as o en ti mismo/a? Te dejamos, a continuación, algunas de las claves fundamentales, según la Asociación Americana de Psicología:

1. Promover las relaciones sociales con los otros.

Sentir que hay otra persona con la que podemos compartir lo que nos ocurre y que estará dispuesta a colaborar si lo necesitamos es una base fundamental para la construcción de la resiliencia.

2. Favorecer el desarrollo de una autoestima positiva,

recordando cómo fuimos capaces de superar las dificultades del pasado.

3. Promover el autodescubrimiento.

Cada situación difícil nos trae de la mano un aprendizaje, con lo cual, es fundamental que también destinemos un tiempo a reflexionar acerca de qué herramientas y recursos hemos desarrollado después de cada reto.

4. Cambiar como modo de vida.

La resiliencia, en gran parte, implica una facilidad para la adaptación a lo diferente y a los cambios. Por lo tanto, la base para la flexibilización y la facilidad de adaptación es asumir que las cosas pueden cambiar y que ello tendrá un impacto sobre nosotros/as, a lo que nos tendremos que amoldar.

5. Establecer metas y avanzar hacia las mismas,

sabiendo qué pasos pequeños nos acercan a los objetivos que nos hemos marcado.

6. Promover el cuidado y la ayuda a los demás.

Necesitamos sentir que somos capaces y valiosos/as. Y uno de los modos de tomar conciencia con esta sensación es ayudar al otro.

7. Promover el descanso. 

En una sociedad en la que la estructura, las noticias y el ruido es constante, debemos también de promover el descanso. La rutina, la escuela, el trabajo o las relaciones sociales son tan importantes como asegurarnos que los niños/as, y también nosotros/as mismos/as, tenemos un espacio de disfrute y desconexión.

8. Fomentar el autocuidado personal.

Dedicar tiempo y espacio a hacer aquello que nos recarga las pilas, que nos produce bienestar.

Y sobre todo, recuerda que muchas veces todo esto no es suficiente para sentirnos resilientes. Por ello, siempre habrá un/a profesional de la salud mental que pueda ayudarte a desarrollar este proceso psicológico que está presente, en mayor o menor medida, en todos/as y cada uno de nosotros/as. Tal y como explica Anna Forés Miravalles (reconocida pedagoga y escritora española): todos/as tenemos la capacidad de saber nadar, pero hay gente que aún no la ha puesto en práctica y no nada. Se trata de trabajar esa capacidad para, cuando llegue la adversidad, superarla”.

 

LAURA HARTO LÓPEZ

Psicóloga Vinculo.

 

 REFERENCIAS

Asociación Americana de Psicología. Guía de Resiliencia para padres y maestros. Recuperado de:  https://www.apa.org/centrodeapoyo/guia

Fletcher, D. y Sarkar, M. (2013). Psychological resilience: A review and critique of definitions, concepts, and theory. European psychologist, 18(1), 12. Recuperado de:  http://www.europeanpsychologist.eu/

 

Luthar, S. S., Cicchetti, D. y Becker, B. (2000). The construct of resilience: A critical evaluation and guidelines for future work. Child Development, 71(3), 543-562. Recuperado de https://srcd.onlinelibrary.wiley.com/journal/14678624

 

Manciaux, M., Vanistendael, S., Lecomte, J. y Cyrulnik, B. (2001). La resiliencia: estado de la cuestión. En M. Manciaux (Ed.), La resiliencia: resistir y rehacerse. Madrid: Gedisa.

 

 

 

 

 

 

 

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