¿Qué NO hacer si nos confiesan un abuso sexual o violación?

INTRODUCCIÓN.   Violación y abuso sexual.

En los últimos años, en el ejercicio de la profesión, hemos notado un incremento exponencial de pacientes que hablan de abusos sexuales. Creemos que la principal causa de este aumento de casos relatados a lo largo de las sesiones tiene que ver con un factor:

La visibilización del abuso sexual y la desvinculación de este con el concepto del de violación.

En el imaginario colectivo está empezando a cambiar la idea de que el abuso sexual es la violación y que la violación es la penetración vaginal llevada a cabo violentamente por un desconocido en un callejón oscuro.

Como profesionales de la psicología vemos claro que el abuso sexual, en cualquiera de sus formas, puede dejar hondas y profundas huellas psicológicas que acompañen a la persona a lo largo de toda la vida, no solo en el ámbito sexual si no en todas las facetas que configuran su personalidad.

Debido a esto os vamos a dejar una serie de dos blogs en los que hablaremos sobre qué hacer y qué no hacer cuando un amigo o un familiar nos cuenta que ha sufrido un abuso sexual. Nos encantaría no tener que compartir esta información, pero una de cada cuatro mujeres ha sufrido un abuso sexual en España.


¿QUÉ NO HACER, COMO AMIGO, AMIGA O FAMILIAR DE ALGUIEN SI NOS CONFIESA UN ABUSO SEXUAL O UNA VIOLACIÓN?

¿Qué debemos hacer si un amigo o familiar nos cuenta que ha sufrido un abuso sexual?

Es muy complicado responder de manera adecuada ante una situación tan dura como esta. Por este motivo, la psicóloga estadounidense Aurit Lazerus advierte 7 maneras de responder en estas situaciones que son perjudiciales para la persona que ha sufrido el abuso y, por otro lado, 7 formas de responder que ayudan a la persona a superar el trauma.

 

7 RESPUESTAS RETRAUMATIZANTES: QUÉ NO HACER

  1. Estar centrado en ti mismo

    Hablar sobre un trauma sexual puede ser repugnante, asqueroso y angustioso. Es muy difícil para la persona que está contando el trauma, tener que cuidar la reacción emocional de la otra persona. Es inherente de las violaciones sexuales que otra persona ponga sus necesidades por encima de las tuyas. No hagas que alguien deje de lado sus propias necesidades para cuidar tu reacción emocional.
    Ejemplos
    «Estoy enfadado porque no me lo dijiste antes.»
    “Déjame contarte mis experiencias de asalto sexual.»
    “¡Me estoy volviendo loco!»
    «¿Por qué me lo ocultaste?»

  2. Negar que la agresión sexual es una agresión sexual: 

    La agresión sexual es cualquier contacto sexual o físico en el que no se dio el consentimiento o no se pudo haber dado (persona menor de la edad de consentimiento, demasiado intoxicada, dormida, etc.). Una persona puede continuar con su agresor, y aun así es una violación.

La violación está diseñada para que sintamos que la culpa es de la víctima. La mayoría de las veces, el asaltante no le dice a su víctima que está siendo violada, ni es una situación tan clara como un extraño que te arrastra a un callejón. Lo que la víctima sabe es que no dio su consentimiento, que la experiencia fue terrible y que se siente mal, pero no siempre les queda claro lo que sucedió.

El proceso de curación, a menudo implica reconstruir una narrativa donde se reconoce la violación y se le devuelve la responsabilidad al infractor. Si niegas que la persona fuera violada, refuerzas el trauma.
Ejemplos:
“¿Estás segura de que esa era su intención? Creo que es un buen tipo”.
«Eso no fue un asalto. Él no sabía lo que estaba haciendo porque no tenía experiencia.”
“Querías más experiencia sexual, así que quizás esto sea algo bueno.”
“Te quedaste con él, o sea que no pudo ser una violación”.
“No puedes cambiar de opinión una vez que empiezas a tener relaciones sexuales.”
“Así es como son los chicos.”
“¡Pero a ti te gusta!”
«¡Los chicos no pueden ser violados!»
«No cuenta si él no usó el pene.

3. Culpar/avergonzar a la víctima:

Las víctimas están naturalmente dispuestas a culparse a sí mismas en lugar de a su agresor, especialmente al principio. No digas nada que implique que cualquier persona que no sea el infractor, sea responsable. Decir cosas que culpan implícita o explícitamente a la persona por lo que sucedió refuerza el aspecto más vergonzoso del trauma, y les incita a pensar que de alguna manera son responsables de esta experiencia devastadora.
Ejemplos:
«¿Cuánto habías bebido?»
«No dijiste que no».
“¿Por qué fuiste sola a esa fiesta?»
«Bueno, le dejaste meterse en tu cama».
«Debes haber hecho algo».
“¿Por qué sientes vergüenza si no fue tu culpa? No lo entiendo”.

  1. Minimizar el impacto de la violación sexual:  

    El contacto sexual sin consentimiento conduce a síntomas significativos de salud mental, como vergüenza, aumento de la promiscuidad sexual, disminución del interés por el sexo, pánico, evitación, disminución de la autoestima, funcionamiento gastrointestinal alterado, pesadillas, recuerdos intrusivos , comportamiento compulsivo, tristeza profunda, aislamiento social y dificultad para concentrarse. Estos síntomas persisten durante años y, si no se tratan, durante décadas. Si tu reacción minimiza el impacto de la violación, está reforzando el trauma.
    Ejemplos:
    «¿Por qué sigues teniendo ataques de pánico?»
    «Bueno, no parece tan horrible. Tal vez eres demasiado sensible.»
    «Fue hace mucho tiempo, ¿no puedes superarlo?»
    «Estuviste inconsciente durante la mayor parte del tiempo, ¿por qué todavía te hace sentir mal?»
    «¿Por qué sigues deprimida?»
    «Es solo una cita. Tranquila.»

  2. Dudar:

    Se necesita resistencia psicológica para hablar sobre una agresión o violación sexual. No confundas a la víctima haciéndole preguntas que desafíen o pongan en duda lo que te está contando, especialmente cuando no es la primera vez que se las hacen. A veces, las personas piensan que si la víctima consigue ver la experiencia de «asalto» como un «malentendido», se sentirá mejor. No lo hará. Se sentirá mucho, mucho peor.
    Ejemplos:
    «¿Cómo sabes que eso es lo que sucedió?»
    «¿Estás segura?»
    «Sé que crees que estás diciendo la verdad, pero debes pensar en ello desde su perspectiva.»
    «Si realmente hubieras sido violada, estarías más molesta.»
    “Si no puedes recordar todo, ¿cómo sabes lo que realmente sucedió?»

  3. Decidir la acción por ella:

    Las personas mantienen sus historias en secreto como una forma de recuperar el control. Alentar a alguien a tomar acción puede abrumarlo. Recuerda que informar a las autoridades sobre la agresión sexual puede causar más daño psicológico. Las víctimas de violación que buscan una reparación legal deben hablar sobre sus cuerpos, sus experiencias sexuales, sus momentos más vergonzosos y dolorosos, sentirse expuestas repetidamente. Si insistes en qué acciones deben tomar, les quitas su autonomía y refuerzas su trauma.
    Ejemplos:
    “¡Deberías haberlo informado a la policía! Llamemos ahora.»
    «Voy a matarlo.»
    “¡Tienes que decírselo a más personas! ¡Podría hacer daño a alguien más!»
    «Llamemos a un terapeuta ahora mismo.”
    «Deberías empezar a salir de nuevo. Sería bueno para ti.”
    «Mi hermana pasó exactamente por lo mismo. Esto es lo que deberías hacer.”

  4. Desconectar: 

    Uno de los temores que tienen las víctimas de una violación sexual es contar los detalles de su trauma y luego sentir emociones intolerables como la vergüenza, el disgusto, el odio a sí mismo y el dolor. Si tú, como oyente, te desconectas, entonces la persona que está compartiendo contigo su experiencia puede sentirse más sola y más abrumada que cuando empezó.
    Ejemplos:
    «Necesito más detalles antes de saber lo que pienso sobre todo esto.»
    “Um… ¿qué quieres que te diga?»
    «Hablemos de otra cosa.”

 

Aurit Lazerus

Traducido por Marta Mozas Alonso

Psicóloga General Sanitaria en prácticas en Centro de Psicoterapia Vínculo.

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