Aquí vamos a contarte que puedes esperar cuando acudes a Vínculo.
Muchas personas dicen como razón para no pedir ayuda o no venir a terapia: “yo no creo en los psicólogos”. La verdad es que hace años, quizás unos cuantos más de los que me gustaría reconocer, me molestaba mucho ese argumento. Incluso, me llevaba a comentar enardecida “¡la psicología es una ciencia! Nadie dice que no cree en las matemáticas…” El tiempo me ha ido ayudando a ver que eso, en muchos casos tiene más que ver con las dificultades de la persona para confiar, para dejarse a ayudar o en muchos casos también con el desconocimiento.
Por desgracia, (porque aunque estos tiempos que corren estén siendo buenos para la oferta laboral de los psicólogos, no nos alegramos del malestar causado) todo el malestar psicológico ocasionado por la pandemia del Covid-19 está favoreciendo el cuidado de salud mental y por tanto, que se conozca más la labor de los psicólogos.
Resumamos las características de lo que desde el Centro Vínculo nos parece un buen proceso de Psicoterapia:
- Debe ser un ESPACIO SEGURO tiene que ver con el que el espacio físico sea agradable y cómodo. Esto es algo en lo que en Vínculo nos empeñamos mucho, que las personas que vienen “se sientan en casa”. Pero sobre todo hablamos de un espacio “metafórico”, donde la persona sienta que puede decir cualquier cosa sin ser juzgado ni etiquetado. Donde podrá abordar todo aquello que le preocupa, y le hace iniciar un proceso de psicoterapia, sintiéndose cómodo en el ritmo y en la manera, así como todo aquello que surja en la relación entre terapeuta y paciente.
- Esto último es muy importante a lo largo de todo el proceso, ya que muchas de las dificultades de las personas tienen que ver con cuestiones RELACIONALES. Cuando puedes decirte a tu terapeuta como te sientes con ella/él en todo momento es que la relación es de aceptación incondicional.
- En este espacio es donde se podrá realizar a lo largo de todo el proceso la ALIANZA TERAPEÚTICA: la conexión necesaria entre terapeuta y paciente para que se dé la empatía, la aceptación y la honestidad entre ambos que posibilite el trabajo.
- El terapeuta acompaña a la persona adaptándose y sus necesidades y su proceso a través de objetivos consensuados con la persona que acude.
- Debe ser un proceso en el que ir al pasado para trabajar el presente. Ahondamos en conocer la historia de la persona para poder entender su manera de funcionar en el presente.
- No es una charla es un proceso de AUTOCONOMIENTO PERSONAL ACOMPAÑADO donde cada paso que se da tiene un objetivo y está encuadrado en un proceso técnico avalado por diferentes corrientes de la psicología con evidencia científica: técnicas humanistas, cognitivo conductuales, centradas en el apego y /o el trauma, terapia familiar sistémica….
- Requiere de CONSTANCIA Y COMPROMISO. La terapia no es mágica. Requiere de tiempo, para establecer esa relación segura donde poder mostrarnos con nuestra vulnerabilidad. Y sobre todo requiere de una intención activa por parte de la persona que acude. Como decimos por aquí en Vínculo: “la terapia es lo que ocurre entre las sesiones”.
- Y las sesiones no siempre son fáciles, pero si deben ser PRODUCTIVAS.
- Aunque se den todos estos factores no siempre es el momento de trabajar o a veces las personas necesitan un respiro en el proceso e interrumpir las sesiones por un tiempo. Por supuesto es adecuado y necesario si así lo siente la persona. Por ello es necesario ir revisando cada cierto tiempo el proceso y si es el caso, poder realizar ese paréntesis hablando sobre ello abiertamente. Si la relación que se ha establecido ha sido realmente segura y terapéutica la persona podrá hablarlo con su terapeuta.
- Todo esto se hace especialmente importante cuando el proceso de terapia es por un TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA (Anorexia, Bulimia u cualquiera de sus variantes) y la participación de toda la familia es necesaria para la recuperación.
- En Vínculo siempre trabajamos con la visión FAMILIAR SISTÉMICA en cualquier persona a la que acompañamos ya que es nuestro marco de referencia desde el que entender la psicoterapia. Levamos 20 años acompañando a familias afectadas por ANOREXIA, BULIMIA, TRASTORNO POR ATRACÓN o cualquier sintomatología de patología alimentaria. La participación de todo el entorno, especialmente de la familia nuclear es un factor de buen pronóstico que potencia el avance y la mejora junto con las terapias familiares y grupales.
Si aun así, tienes dudas o no tienes claro si la terapia te puede ayudar, María Contreras o yo, Silvia Ortega, que somos las directoras del centro siempre tenemos unas primera sesión gratuita para poder resolverlas, conocernos, contarte cómo trabajamos y asignarte al terapeuta más adecuado para tu dificultad. No dudes en llamarnos si es así.
Y como también decimos por aquí: ¡LA TERAPIA ES PARA LOS VALIENTES!.
Silvia Ortega Membrilla
Codirectora del Centro Vínculo
Especialista en Terapia Familiar y TCA
Coleg. Num M-17369
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