Tomar decisiones sociales rápidas con respecto de otros grupos distintos, externos al nuestro, se ha desarrollado como una estrategia heredada de nuestros antepasados y ha permitido adaptarnos al entorno y protegernos como grupo. Dichas decisiones son los llamados prejuicios, que son actitudes negativas injustas focalizadas hacia un grupo concreto o un miembro de dicho grupo, y como otras actitudes, está formado por tres componentes: afecto, cognición y acción. Read more
Las emociones están presentes desde el momento en el que llegamos al mundo y nos acompañan a lo largo de nuestra vida, jugando un papel fundamental en nuestra manera de relacionarnos con el mundo.
“ESAS INOPORTUNAS IDEAS”: Fobias de impulsión y cómo te puede ayudar tu terapia psicologica.
Hoy vamos a hablar acerca de unos pensamientos que muchas personas tienen o han tenido pero que generan gran culpabilidad y vergüenza, por lo que es difícil que hablen de ellos.
Quizás tú mismo alguna vez has tenido alguna de estas “incómodas ideas” que te han sobresaltado y angustiado a partir iguales. Tienen una explicación y son sobre todo “informativas” acerca de tu estado emocional, más que porque su contenido sea relevante: son las fobias de impulsión.
Las fobias de impulsión se pueden tratar en una terapia psicologica y podrían definirse como un miedo intenso a nuestros propios impulsos, miedo a perder el control y hacer daño a alguien o a nosotros mismos. Dicha fobia suele adoptar la forma de pensamientos irracionales, con poco sentido, que vienen a nuestra mente de repente, sin saber por qué. Todo el mundo tiene alguna vez este tipo de pensamientos, como por ejemplo estar en el metro y pensar que podrías empujar a alguien a las vías o estar en un restaurante y pensar que podrías hacer daño a alguien con tu cuchillo. Normalmente, no se le presta demasiada atención a este tipo de pensamientos, ya que no tienen mucho sentido. Al no darles demasiada importancia, desaparecen tan pronto como han venido a nuestra mente.
Sin embargo, hay personas que se paran a reflexionar sobre dichos pensamientos, sobre qué pueden significar o por qué han pensado eso. Es la importancia que se les da lo que los transforma en algo negativo y molesto. Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor: un chico joven vuelve de la universidad. Está esperando al metro tranquilamente, escuchando música. De repente, se le viene el pensamiento de que podría empujar a otro chico que está al lado a las vías. Se queda sorprendido por tener dicho pensamiento, ya que sabe que es algo que nunca haría. Al darse cuenta de que es algo que no tiene sentido, no le da mayor importancia y se concentra en su música. Sin embargo, supongamos que se concentra en el pensamiento, dándole vueltas a por qué habrá pensado eso y angustiándose por si existe la posibilidad de poder hacerlo, ya que si lo ha pensado será por algo, sintiendo que no es capaz de controlar sus impulsos como pensaba que podía.
Pueden ocurrir varias cosas después de la aparición de este pensamiento, desde alejarse de ese chico por si acaso le puede empujar a evitar coger el metro cada vez con más frecuencia por miedo a que pueda dañar a alguien. Además, este chico seguramente experimente una gran cantidad de angustia, no solo por tener la sensación de que hay algo en él que “no está bien” y sentir que puede dañar a alguien en cualquier momento, sino también por no saber cuándo le van a aparecer dichos pensamientos de nuevo y si va a poder controlarlos.
Siempre he entendido la psicoterapia como el espacio que comparto con un paciente para ayudarle a encontrar las herramientas necesarias para tomar las decisiones que le hagan volver sentirse con las riendas de su propia vida. El marco teórico desde el que entiendo la terapia es el humanista, pero con los años de oficio he estudiado e integrado otras herramientas y escuelas terapéuticas que complementan la visión del ser humano desde otros ángulos.
La complejidad en los Trastornos de Conducta Alimentaria y el contacto con el malestar de las personas me permitieron tomar conciencia de la importancia de las relaciones en el bienestar de las personas, “somos seres relacionales”
Una de las escuelas más eficaces para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria y de las adicciones en niños y adolescentes, es la Terapia Familiar Sistémica, con la que me siento plenamente identificada y me ayuda entender al ser humano.