Autolesiones en adolescentes: una problemática en ascenso

Las autolesiones constituyen uno de los problemas psicológicos que, durante los últimos años, ha crecido notablemente entre la población adolescente y que más preocupación e inquietud genera entre todos aquellos que forman parte de su círculo más cercano (padres, educadores o grupo de iguales).

Como hemos mencionado, si bien la prevalencia de este tipo de conductas ha seguido una tendencia ascendente, la pandemia por COVID-19 ha  desencadenado un notable ascenso de las consultas por autolesiones a profesionales de la salud mental. Este hecho ha sido recogido en numerosas noticias y publicaciones en medios de comunicación y redes sociales, no siempre con el suficiente rigor que requiere un asunto tan delicado.

Es por ello que a través de este artículo pretendemos dar respuesta a algunas preguntas que pueden surgir en relación a este tema y proporcionar una información veraz, fiable y  profesional que contribuya a una mejor comprensión de un problema complejo.

¿Qué son las autolesiones y qué comportamientos se engloban bajo este término?

Las autolesiones hacen referencia a aquellos comportamientos que se realizan de manera deliberada e intencionada con el objetivo de causarse daño a uno mismo, pero sin intención de acabar con la propia vida.

Realizarse cortes en la piel, quemaduras, darse golpes, arrancarse el pelo, hacerse punciones, arañazos, pellizcarse o introducirse objetos bajo la piel, son algunas de las formas más habituales que pueden adoptar. De entre todas ellas, los cortes en la piel (“self-cutting”) son las más frecuentes (85% de los casos).

Las autolesiones, por tanto,  no incluyen comportamientos que puedan suponer acciones dañinas accidentales o indirectas (como por ejemplo, la restricción alimentaria o el consumo de drogas) o que son socialmente aceptados (por ejemplo, hacerse piercings o tatuajes).

Autolesiones vs. intentos de suicidio, ¿en qué se diferencian?

Podemos englobar las diferencias entre ambos en tres ejes fundamentales:

  • Intención: las conductas autolesivas no tienen como objetivo último provocar la muerte.
  • Frecuencia: tienden a presentarse de manera habitual y repetitiva (frente a los intentos de suicidio, que son en mayor medida, puntuales).
  • Letalidad: los métodos utilizados tienen una baja letalidad frente a aquellos utilizados cuando la finalidad es terminar con la propia vida.

¿Por qué la adolescencia es un periodo especialmente crítico para la ocurrencia de autolesiones?

Las autolesiones suelen comenzar durante la adolescencia, entre los 12 y 16 años. Por lo tanto, la adolescencia es un período de especial vulnerabilidad, probablemente debido a la impulsividad y reactividad emocional asociadas al desarrollo del cerebro.

La investigación científica en este campo ha encontrado que aspectos relevantes para la repetición de estas conductas son: una peor regulación emocional (encontrando que es un aspecto central y primordial en la génesis y mantenimiento de las autolesiones), un rendimiento académico inferior, más dificultades interpersonales (por ejemplo, alta sensibilidad al rechazo) y un estilo atribucional negativo (tendencia a atribuir los eventos y experiencias negativas a causas internas a uno mismo, estables y globales).

Asimismo, importantes factores de riesgo para autolesionarse son: haber sido víctima de bullying, maltrato o abuso sexual durante la infancia.

 

¿Qué puede llevar a los adolescentes a autolesionarse?

Las autolesiones pueden cumplir diferentes funciones para la persona que las lleva a cabo. Algunas de estas funciones son:

  • Como mecanismo de regulación emocional: ante emociones experimentadas como desagradables e intolerables a las que se desea poner fin de manera inmediata (rabia, ira, tristeza, desesperanza), las autolesiones permiten reducir su intensidad, incluso aunque sea a través de centrarse en el dolor físico,  y volver a cierto estado de equilibrio previo al desbordamiento de la emoción.
  • Para dar salida a emociones que no pueden ser expresadas de manera verbal: a través del cuerpo se manifiesta un sufrimiento que no se es capaz de manifestar con palabras.
  • Como petición de ayuda que no se es capaz de comunicar de ninguna otra manera.
  • Como búsqueda de sensación de control: ante situaciones, vivencias o emociones que el adolescente juzga como incontrolables, las autolesiones permiten ejercer un control efectivo sobre el propio cuerpo.
  • Como forma de autocastigo: especialmente en aquellos casos en los que la autoestima es baja, existen sentimientos de no ser merecedor de nada o hay un exceso de culpabilidad por diversos motivos, constituyen una manera de castigarse a sí mismos.
  • Para compensar la sensación de vacío: en ocasiones, las autolesiones se utilizan para poder sentir físicamente (aunque sea a través del dolor físico) cuando se es incapaz de sentir nada a nivel emocional.
  • Como vía de escape de pensamientos, situaciones o experiencias que generan un malestar difícilmente abordable.

Para finalizar, esperamos que esta información sea de utilidad y logre el objetivo de facilitar la comprensión de estas conductas que en muchas ocasiones, a priori, pueden resultar desconcertantes y generar angustia.

Es importante que si te has sentido identificado, ya sea en primera persona o como madre/padre de un adolescente que pueda estar pasando por esta situación, sepas que desde el Centro de Psicoterapia Vínculo y a través de su equipo de psicólogos, podemos proporcionarte el apoyo y la ayuda psicológica que este problema requiere.

 

Referencias

Vega, D., Sintes, A., Fernández, M., Puntí, J., Soler, J., Santamarina, P., Soto, À., Lara, A., Méndez, I., Martínez-Giménez, R., Romero, S., y  Pascual, J. C. (2018). Review and update on non-suicidal self-injury: Who, how and why?  Actas Espanolas de Psiquiatria (Vol. 46, Issue 4).

Villarroel, J. G., Jerez, S. C., Montenegro, M. A. M., Montes, C. A., Igor, M. M., y Silva, H. I. (2013). Conductas autolesivas no suicidas en la práctica clínica: Primera parte: conceptualización y diagnóstico. Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría, 51(1), 38–45.

Ñañez, A., Caussa, A. y Estrada, M. (2020) Autolesiones en niños, adolescentes y jóvenes. Guía de navegación para madres, padres y otras figuras que acompañan a niños, adolescentes y jóvenes con una problemática de salud mental.  https://www.salutmental.org

 

Marta Llorente Asenjo

Quizá te interese…

Alimentación emocional.

Alimentación emocional.

La alimentación emocional es un fenómeno común que implica el consumo de alimentos no por hambre física, sino como...

El amor romántico y sus mitos

El amor romántico y sus mitos

El amor es un sentimiento básico que tiene la función principal de vincularnos y establecer relaciones con los otros y...

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *